Se trataría de lo que coloquialmente se ha denominado ‘Hispa-NICE’, una idea que apoyan en el manifiesto decenas de profesionales procedentes del ámbito sanitario, investigadores académicos e instituciones.
A su juicio, la pandemia de la COVID-19 a ha puesto en evidencia diversas debilidades del Sistema Nacional de Salud (SNS), entre las que se pueden encontrar “las relacionadas con la arbitrariedad en la toma de decisiones sobre la provisión y financiación de diferentes medicamentos, pruebas diagnósticas, programas o intervenciones sanitarias, sobre la creación de algunas infraestructuras sanitarias y sobre el establecimiento de prioridades en políticas de salud de amplio espectro”.
De acuerdo con el manifiesto, nada de esto es nuevo, ya que “todos los sistemas de salud enfrentan la necesidad de valorar objetivamente la efectividad, la seguridad y los costes de las tecnologías, medicamentos e intervenciones sanitarias, especialmente cuando en algunos casos estas intervenciones tienen costes extraordinariamente elevados, con precios que no se corresponden con sus beneficios en términos de salud”.
Por ello, de acuerdo con la experiencia que se ha desarrollado en diferentes países, y tomando como ejemplo el NICE británico, los firmantes del manifiesto se muestran “convencidos de que el SNS necesita imperiosamente una institución similar de evaluación de las prestaciones sanitarias, incluyendo la evaluación económica y su impacto presupuestario,
Fuente: Diariofarma